Zazú, el fiel pájaro calao y mayordomo de la realeza en la Tierra de los Leones, es reconocido por su devoción, sentido del deber y su peculiar mezcla de humor y responsabilidad. Su lealtad hacia Mufasa y luego hacia Simba se manifiesta a través de su diligencia y dedicación a sus deberes reales, siendo el ojo vigilante del reino.
A pesar de su inicial imagen seria y obsesión por el protocolo, Zazú aporta ligereza a la historia con su humor. Sus interacciones con Timón y Pumba generan momentos cómicos, desafiando las normas con gracia y generando situaciones divertidas que alivian la tensión en momentos críticos.
Además de su papel cómico, Zazú demuestra valentía y lealtad cuando la situación lo requiere. A pesar de su tamaño y miedo inherente, muestra coraje enfrentándose a peligros para proteger a la realeza y al reino, revelando una fortaleza interior a pesar de su apariencia delicada.
El diseño del traje de Zazú fusiona elementos africanos con toques británicos para reflejar su papel como sirviente real. Su vestuario, inspirado en un mayordomo inglés con corbata de plumas y sombrero bowler, está confeccionado con tela africana Kente, destacando sus raíces africanas en la historia. El color azul del traje representa su hábitat natural, el cielo, añadiendo un toque visual distintivo.
La figura animada de Zazú, manejada con precisión por el actor, es una de las más complejas de la producción. Controlada con ambas manos, permite movimientos precisos del cuello, la cabeza y el resto del cuerpo, incluyendo las alas, logrando una expresión única y característica. La capacidad de controlar los ojos y hacer parpadear al títere añade profundidad a su representación, mostrando sus emociones de manera única.
Zazú personifica la fidelidad, el humor y la valentía en El Rey León, siendo un personaje entrañable que equilibra responsabilidad y diversión en su servicio a la realeza.